jueves, 5 de noviembre de 2009

Silen

Raza que en circunstancias podría recordar a los galápagos terrestres, sin embargo en lugar de un caparazón tienen un recubrimiento semi-duro a lo largo de la espalda para proteger su sistema cerebral situado a lo largo del tronco.
En su cabeza tiene una única extensión que le permite captar calor y ondas de luz de baja frecuencia, es decir, desde el amarillo hasta radar de 1 cm.
Sus 5 extremidades son tentáculos, flexibles cuando los usan para agarrar y tensos cuando se desplazan. Pese a que los humanos lo consideran una violación a la ley de la gravedad, no reptan, caminan tensando los tentáculos.
En los tentáculos se encuentran los embos, o receptores de electricidad, su segundo sentido más desarrollado detrás del olfato.
Presentan una singular metamorfosis de su aparato reproductivo, por lo cual sus gónadas mutan según la experiencia adquirida y así pueden transmitir recuerdos y conocimientos en varias generaciones.
Se comunican lanzando por la boca un líquido pegajoso impregnado de feromonas, que los otros silen reciben y descodifican.
Los arforbos consideran a los silen la segunda raza más evolucionada de la galaxia y son a los únicos que realmente escuchan en las tomas de decisión galácticas.

Extraño encuentro

La parsimonia habitual de Uminastei hacía aquel día, si es que en el Centro del Universo había días, igual a otro cualquiera. Sin embargo algo perturbaba la sensibilidad de la silen. El Centro del Universo no tenía olor, ni color, ni sonido, ni impulsos eléctricos, sin embargo aquel día sí podía percibir algo, no estaba segura de lo que era, pero podía sentirlo. Continuó caminando sin variar un ápice su trayectoria ni velocidad. "¿Un olor?" pensó. Tal vez se estaba volviendo loca allí mismo. No sabía cuánto podía llevar allí, pero era mucho. Sin embargo el olor era claro y se iba haciendo más y más intenso. Tomó el rumbo hacia donde venía. Según iba avanzando iba sintiendo el olor más fuerte, y no sólo eso. Un impulso eléctrico llegaba a sus embos. Una de dos, o había un ser cerca o se había vuelto loca definitivamente. No, estaba allí. ¡Podía percibirlo! Con celeridad se acercó hacia la forma viva, la primera que había visto desde que entró en el Centro del Universo. La mayoría de otras razas de la galaxia podrían haber percibido un canturreo, sin embargo los silen carecían de oído. La perturbación en las ondas le indicó que aquel ser, al que no podía identificar con ninguna de las razas conocidas, le indicó que aquel ser se estaba intentando comunicar como lo haría un arforbo, es decir, por eso que ellos llamaban sonido. Si Uminastei no hubiera sido un silen o hubiera tenido un traductor que le hubiera pasado a olores esas perturbaciones en las ondas hubiera escuchado algo así como: "¡Por fin un poco de compañía!"

martes, 3 de noviembre de 2009

Arforbos

Autoproclamados los seres más antiguos de la galaxia. Son los custodios del saber universal y unos espías extraordinarios. Tienen la capacidad de mimetizar absolutamente todos los estímulos perceptibles y así integrarse de una forma total con el entorno.
Se comunican con sonidos, sin embargo sólo tienen dos fonemas, por lo que su lenguaje es binario.
Sus ojos se imprimen con la primera imagen que reciben en su vida y es la única parte de su cuerpo que no se puede mimetizar con el entorno.

Osdian, el jefe de expedición

Hoy he tenido mi primera reunión privada con Osdian, el arforbo encargado de organizar la traída de los humanos hacia Nusg, el satélite del planeta Bahpa, el centro de organización de la galaxia conocida. Los ojos de Osdian tienen la profundidad de la sabiduría, si bien es cierto que todos los arforbos tienen esos increíbles ojos grises que les hacen parecer al mismo tiempo sabios, profundos y enigmáticos. Mi primera pregunta fue directa: ¿Para qué fuímos escogidos? Reflexionó durante un largo rato y luego habló.
-El que nosotros los arforbos, raza más antigua y sabia de la galaxia, os hayamos escogido, no depende de nuestro capricho, ni siquiera de nuestra voluntad o aquello en lo que creemos y deseamos con toda nuestra fuerza. Hay cosas que incluso se escapan a nuestro entendimiento, pero que algún día os explicaremos. Creeme, si esto es raro para vosotros lo es todavía más para nosotros. Es como si los humanos introdujerais a una nación de merluzas en eso que llamáis las Naciones Unidas.
Tras ese perturbador monólogo acabó la reunión. Me retiré y mientras caminaba hacia mi cubículo vino a mi memoria una antigua frase. "Si lográsemos crear un sistema para comunicarnos con cucarachas, nos sería imposible que entendieran el Teorema de Pitágoras, puesto que su sistema cerebral impediría que lo comprendieran. ¿Qué clase de ciencia o saber poseen los arforbos para que nos consideren peces? Y es más ¿porqué nos escogieron a nosotros? Ya casi hemos abandonado el sistema solar y todavía no tengo ni una sola respuesta.

Primer Informe

Acabamos de atravesar Júpiter. Nunca un hombre estuvo tan lejos de la Tierra. Mi nombre es Aldo Roda, diplomático jefe enviado a la Corte, órgano de gobierno de la Confederación Galáctica Iacobina (CGI) la organización gubernativa más importante y concurrida de esta zona de la galaxia, la única conocida por nosotros y por las razas alienígenas que contactaron con nosotros hace ya cinco años. No sabemos porqué los arforbos llegaron a la Tierra y nos propusieron unirnos a la CGI. Tal vez el interés por contactar nuevos aliados. Tal vez están buscando algo de nosotros. No lo sé. Ahora estamos viajando a 3/4 la velocidad de la luz y aún así tardaremos años en llegar a nuestro destino. Saldremos del sistema solar en tan sólo unos días y espero que el viaje sea agradable. Ignoro cuando este informe llegará a la Tierra. Tal y como me explicó nuestro físico jefe Damian Curnstein, la tecnología que usamos para mandar este informe podría llegar a la Tierra incluso siglos antes de ser enviada. No soy muy docto en física cuántica y hay cosas que no entiendo. En fía, espero que esta misión me ayude a comprender un poco mejor el universo.